22 de Abril de 2023. Ante diem X Kalendas Maius
Tal vez llueva hoy en Pagus Gallorum, la aldea de los galos, donde vivo. Desde mi ventana puedo ver un campo verde de trigo que espera la lluvia y un cielo gris que, quieran los dioses, descargue su benéfica carga sobre ellos. Mientras una música de órgano, cargada de acordes llenos de serenidad, me ayuda a escribir.
Es importante para mí lo que hoy quiero plasmar sobre el escritorio de mi ordenador y, sin buscar pose alguna que ayude, como algo natural siento que deseo conectar con Quien me puede ayudar a ser justo en lo que manifieste, eludiendo todo juicio de valor que hiciera injusto mi escrito, recordando a Rabindranaz Tagore cuando escribe “Que yo nunca rece para ser preservado de los peligros, sino para alzarme ante ellos y mirarlos cara a cara (…) Dame no ser ingrato: pues a tu misericordia debo mis triunfos. Y si sucumbo, acude a mí con tu brazo fuerte. ¡Y dame la paz,…!”
– Es obvio que algo te preocupa, me interrumpe Elio Galo que se ha acercado a saludarme. Hace días que te veo taciturno cuando nos visitas con tus amigos.
– Razón no me falta, creo yo, Elio. Quiero pensar que te pasa a ti también al ver el paso de los acontecimientos, tan predecibles en sus consecuencias, no en balde el hombre no ha cambiado en milenios, no así su escenario que presenta modos de modernidad y progreso mientras se ancla en seguir esgrimiendo la agresividad para imponerse a sus iguales.
– ¿Y qué propones, Joaquín? ¿Nuevas cruzadas, imponer lo que piensas por la fuerza? ¿Tengo que recordarte lo que uno de los siete sabios de Grecia dijo siglos atrás: “Que tu lengua no corra más que tu inteligencia”, (Quilón de Esparta, S VI a.C )?
– No, Elio, creo que ya no caben en mí más batallas, estoy cansado. No me pidas que acepte la injusticia como una virtud, Cleóbulos de Lindos diría que es todo lo contrario.
– Acepto tu malestar. Nadie como yo para comprender qué es trabajar por algo para que se te recuerde sólo por los errores, si se te recuerda. El hombre lleva la injusticia en su naturaleza.
– Por eso escribo, Elio, por eso escribo y seguiré escribiendo, aunque cambien las circunstancias que un día me acercaron a ti.
– Si quieres mi consejo, Joaquín, recuerda a quien te dijo un día que había que hacer las cosas sin esperar nada a cambio, como algo consustancial a la parte buena que anida en todo hombre, evitando la crítica, como nos recuerda otro sabio de la antigüedad. Ve a lo tuyo, haz las cosas lo mejor que sepas y puedas y si lo que te preocupa es si podrás seguir visitándome, recuerda que Tarraca surge libre, en un tiempo de paz y con paz podrá desvaírse en el tiempo. Siempre podrás venir y aquí me encontrarás. Lo que hagamos tú y yo, quedará impreso en las piedras y en tus escritos y, con suerte, aquí entra la veleidad del ser humano, alguien nos recordará.
– Eres bueno escuchando, Elio. Y paciente. Pidamos juntos porque podamos seguir mostrando la ciudad, sus bondades, para que no se vea oscurecida por intereses alejados del espíritu investigador que a tantas gentes une en favor de saber quiénes nos han precedido y su influencia sobre nuestra forma de pensar y hacer.
Por mi parte, me seguirás teniendo en mododever.com, mi blog personal, y me propongo, para seguir estando donde hay que estar, aplicarme los cuatro acuerdos de la filosofía tolteca que leí hace tiempo gracias a un amigo, Germán Pérez, que me dejó el libro: Los cuatro acuerdos, del Dr Miguel Ruiz: Sé impecable con tus palabras; No tomes nada como personal; No adivines ni supongas y Hacer siempre lo mejor que puedas, porque las palabras crean estados de consciencia, y éstos, determinan tus pensamientos, que, a su vez, se manifiestan en los resultados. https://www.google.com/search?q=Los+cuatro+acuerdos&oq=Los+cuatro+acuerdos&aqs=chrome..69i57j0i512l8.30839j0j15&sourceid=chrome&ie=UTF-8#fpstate=ive&vld=cid:a8c9c8dc,vid:Ay7eTUJmnx
Otro día seguiremos hablando de todo esto ¿Te parece que nos preparemos para disfrutar de la fiesta?
– ¡Es verdad! ¡La fiesta de las fiestas!, dijo Elio. Te propongo que mañana que vas a venir a la ciudad, hagas partícipes a los visitantes de ésta importante festividad. Recuérdales que hace 2776 años, ayer en concreto día 21, se fundó Roma y lo que empezó siendo un acuerdo tribal se convertiría con el tiempo en uno de los imperios más estables e influyentes de Occidente, al punto que tú y yo podemos entendernos por tantas cosas como nos unen, entre ellas el origen de la lengua y que tenemos por herencia valiosísima.
Si ven tus acompañantes que hay desvarío en las gentes del lugar tendrán que entender que a esa fiesta se une la Vinalia Priora que celebraremos mañana día 23 de Abril, una fiesta en la que el vino correrá porque se prueba por primera vez el vino que se cosechó la campaña pasada, vino que se habrá conservado para la ocasión ofreciéndoselo primero a Júpìter – invitando a Venus – mientras se vierten grandes cantidades de vino por la escalinata del templo y ,como no todo puede quedar en disfrute de los dioses, gran parte de ése vino acabará en nuestras gargantas, matizó con gesto de picardía.
-No cabe duda que sabéis aprovechar cualquier ocasión para disfrutar. Va a ser un día grande porque a tu fiesta se une la de amigos míos que van a visitar a su patrona, Nuestra Señora de los Bañales en lo que llaman Romería (De romarius, derivado de Roma por denotar a los que peregrinaban a Roma, meca del cristianismo) porque, sucede que sobre las ruinas de la ciudad que nos habrán llegado, se edificará en el siglo XVIII una ermita, un pequeño santuario, visitada por todos los pueblos del entorno.
-Va a ser estupenda esa fusión: Lo antiguo y lo nuevo. Lo pasaremos bien.
-Que tus dioses te escuchen. Al mío pido serenidad, con clara fe de carretero, para poder “mandar sobre mí mismo, aprendiendo a aprender, dominando mi carácter no siendo arrogante, mientras obro según mi conciencia trabajando por lo que es digno de ser adquirido, nada en demasía”, que no es otra cosa que seguir los preceptos que un día, atribuyéndolo a Apolo, legaran los siete sabios de Grecia a las generaciones futuras y que quedará asociado para la eternidad como los Preceptos del Oráculo de Delfos. https://benpensante.com/los-preceptos-de-delfos-o-una-filosofia-de-la-vida/
Más aún. Buscando algo más para serenar mi espíritu, consulto a un gran emperador, Marco Aurelio, y en sus Meditaciones leo lo que debería ser suficiente para estar por encima de lo que me inquieta: “En el momento en que nos encontramos con la adversidad de frente, todo lo que nos queda por hacer es alinear los cinco sentidos en vencerla. Ya tuvimos tiempo de prevenirla y de tratar de evitarla. Llegados a este punto, solo nos queda una cosa: actuar. ¿El pepino está amargo? Tíralo. ¿Hay palos en el camino? Rodéalos. Es todo lo que necesitas saber. No exijas saber por qué. Cualquiera que entienda el mundo se reiría de ti, igual que se reiría el carpintero si te enfadas por ver serrín en su estudio. https://diarioestoico.com/marco-aurelio-y-la-adversidad/
Disfrutemos pues y dejemos que “a cada día, le baste su afán” Mateo 6, 34 y ¡Vamos a lo nuestro!