Días muy intensos los que están enmarcando el final del año 2023, querido Elio.
Habrás visto que he acudido a Los Bañales varios días éste mes de diciembre aprovechando que tu estabas celebrando las Saturnalia y yo la preparación a unas fiestas muy entrañables en mi creencia cristiana: Las Navidades.
Estas fechas me dieron pie a escribir en Facebook un articulito que, por si no lo has visto, te lo voy a pasar aquí. Dice así:
“Son las 2 de la madrugada. Ante diem X Kalendas Ianuarias. Comienza a ser costumbre no tener un descanso ¡tan necesario! continuado. Lejos de estar aturdida por el desfase horario biológico respecto al concertado por el hombre, la cabeza se presenta fresca como para iniciar el día a desmano de lo establecido.
Es el caso que quiero hablar a mi amigo Elio Galo – como ves, te tengo presente continuamente – de la festividad que se aproxima: La Navidad cristiana, que para gentes que ejercen de no creyentes, son las fiestas de invierno.
Pero no quiero entrar en ése juego y busco entre mis libros uno de texto de la Profesora de la UNED, Dña Ana María Vazquez Hoys, que nos habla del mundo antiguo, de sus orígenes. En la Introducción pide “…hacer justicia a los textos antiguos, ya que gracias a ellos no se ha perdido totalmente el recuerdo de los pueblos de la Antigüedad” y cita “como guía excepcional”, el Antiguo Testamento, “única luz que se proyectaba sobre estas antiguas civilizaciones”. Y sigue citando a Homero y sus poemas, a Beroso, sacerdote babilonio o a Heródoto entre otros muchos historiadores.
A éste mundo volveré cuando le escriba a mi amigo Elio Galo – prometo que te ampliaré éste tema en otro post – pero antes quiero parar un momento en una frase que ilustra el principio de un capítulo del libro “Historias del Mundo Antiguo” de la citada profesora:
“No siembres el miedo entre los hombres, si no quieres que Dios te corresponda con la misma moneda”
Es una máxima de Pathotep, a quien la Historia lo presenta como escriba y algunas fuentes como administrador o visir egipcio durante la quinta dinastía. (2494 a.C. – 2345 a.C.)
El Papiro Prisse, que se guarda en la Biblioteca Nacional de Francia – fotografía de acompañamiento – se recogen los consejos de un padre a su hijo recopilados y que son recogidos por su nieto Pathhotep Tshefi. Su abuelo comienza el escrito, según su nieto, diciendo que “…ha dedicado su vida a alcanzar la sabiduría…” pero mejor que seguir trascribiendo lo que nos dicen las fuentes, copio algunos de los versos que nos han quedado de Pathotep.
“Pasan los años, ha llegado la vejez, viene la fragilidad, la debilidad crece
Uno duerme todo el día, como los niños, se enturbian los ojos, los oídos ensordecen
Con el cansancio disminuye la fuerza, la boca, silenciada, no habla, El corazón, vacío, no recuerda el pasado, duelen los huesos Lo bueno es malo, se ha ido el gusto, lo que los años le hacen a la gente es malo en todos los sentidos”
A esta declaración de principios producto del tiempo transcurrido, le siguen unas recomendaciones:
“No te vanaglories de tu conocimiento, ni te enorgullezcas porque eres un sabio. Toma consejo del ignorante del mismo modo que del sabio, pues no se han alcanzado los límites del arte, ni existe un artesano que haya adquirido su perfección”
Me atrevería a decir que Pathotep es un precursor de Sócrates (Siglo IV a.C) que reconocía, contundente a pesar de sus conocimientos, “Nada se”
Y a donde quiero ir a parar es a un personaje del Antiguo Testamento, a Moisés, “el salvado de las aguas”, (Nace en el siglo XIV a.C y fallece en el XIII a.C.), “anticipo de Cristo” para los primeros cristianos y que tanto tiene que ver con el pueblo escogido, el pueblo de Israel, de donde nacerá el Cristo. Hablaremos de él. Tu eres sirio, Elio y Moisés se sitúa en ése creciente fértil que fue la Gran Siria de otro tiempo
Volvemos a Pathotep quien nos recuerda que “las tramas de la gente no prevalecen, es el mandato de Dios el que prevalece. Quien escucha es amado por Dios“.
Para ésta reflexión me he servido del libro “Historia del mundo Antiguo” autora Ana María Vazquez Hoys, ya citado y https://es.wikipedia.org/wiki/Instrucciones_de_Ptahhotep además de otras relacionadas de la misma fuente.
No dormir lo debido por impotencia – va contra natura, lo sé – permite vivir algo más, ciertamente. Sólo el viento contra las ventanas, rompe el silencio de la noche. Momento mágico, casi un oratorio, en que el hombre se encuentra consigo mismo y quién sabe, – es lo que se espera – con Dios.
Todos los tiempos se acaban y ahora, más que nunca, es preciso vivir la filosofía que habiendo permitido vivir bien, ayuda a morir mejor. Lo dice Séneca y algo de razón tiene
Y te comento un a reflexión paralela que he hecho. Con sesenta años de retraso llega éste artículo a mis manos, https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Me-voy-o-me-quedo-5-senales-que-indican-que-es-momento-de-renunciar-a-un-trabajo-20230417-0076.html. No es que sea un artículo antiguo, no. Es muy reciente: 23 de abril de 2023. Y llega en un momento en que acaba un año y el ánimo se prepara para recibir uno más en nuestra vida, en la que no faltan propósitos de cambio, de mejora, de rectificación de conducta, principalmente, de pedir perdón a quienes hemos ofendido y a nosotros mismos: Todavía surgen proyectos de futuro.
La lectura de dicho artículo me ha permitido reflexionar y dar respuesta a una inquietud que me turba en los últimos tiempos, tiempos negativos en lo afectivo que me han generado mucha inseguridad, lo reconozco, pero cargados de reafirmación conductual. Es cuestión de buscar campos con los que mantener la ilusión de apurar la vida con optimismo si no queremos arrugarnos ante la fuerza de los que vienen empujando o las opiniones de una mayoría que, no por ser mayoría, pueden tener la verdad y razón que, a decir de Platón, “…debería ser aquello que es eterno e inmutable, aquello que existe en sí mismo y no depende de ninguna otra cosa para existir”
Aunque el artículo analiza las razones en las que nos podemos plantear un cambio en nuestro mundo laboral – sin proponérmelo mi vida laboral y social se rigió siempre por buscar el crecimiento, algo que ni los más íntimos comprendieron nunca – se puede realizar una extrapolación de los motivos de plantearnos un cambio en cualquier ámbito de nuestra vida. Así, sin entrar en terminar de valorar cada uno de los puntos que el articulista nos presenta, lo que puede dar mejor idea del inconformismo subyacente en el comportamiento humano puede ser el convencimiento personal de creer que no podemos tener crecimiento dentro de la actividad que desarrollamos, y no nos vale actuar “en función de la opinión de la mayoría”, porque lo que en determinados momentos puede ser bueno por ser el resultado del pensamiento democrático de todos los actuantes, en llevando al ámbito de lo personal esas determinaciones emanadas de “la mayoría”, pueden no ser beneficiosas para el desarrollo de nuestra personalidad, lo cual tampoco está exento de que vayamos por el camino equivocado.
Bondad, una vez más, de tener un sueño liviano, es abrir el ordenador con la idea de terminar éste post que inicié días atrás y encontrarme con una reflexión de alguien que, como yo, encuentra en los clásicos la respuesta debida a las inquietudes. No hay forma de hallar nada nuevo en el comportamiento humano, los hombre “… hagan lo que hagan, siempre son los mismos”, decía Marco Aurelio y contra la idea generalizada de que no es bueno mirar al pasado, se encuentra el pensamiento clásico que nos recomienda que “cuando no encontramos una solución, debemos consultar al tiempo, puesto que es la máxima categoría”, como exponía Thales de Mileto. Todas éstas reflexiones y varias más aplicables a mi momento personal, se pueden encontrar en https://www.tecnonews.info/opiniones/reflexion_una_mirada_al_pasado_para_entender_el_presente
Lo más razonable de cara al nuevo año es plantarse las actividades como algo ilusionante, actividades de evidente crecimiento y, con el debido respeto a la opinión generalizada que predica la unidad de pensamiento, seguir con pocos pero profundos proyectos.
A falta de algo mejor, aunque parezca recurrente o conformista, quedarse es lo positivo, mirando hacia atrás lo justo para evitar o corregir errores, siendo consciente de lo que soy hoy para dar sentido al comportamiento y reafirmarme en un continuo “nosce te ipsum”
“Nada te turbe, nada te espante. Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta”, decía la Santa de Ávila https://www.youtube.com/watch?v=iP1hbHz5DRA
Querido Elio…¡Me quedo! ¡Hasta que Dios quiera! y si no hay novedad nos hablamos en el nuevo año que entra, en las Kalendas Ianuariis y te prometo que si hace un día despejado, veremos juntos en que dirección vuelan los pájaros y si su vuelo nos anuncia buenos augurios para el año que comenzaremos: El 2777 a.U.c. par ti, 2024 d.C. para mi